domingo, 23 de enero de 2011

Frambuesa

Fruto del frambueso, arbusto de la familia de las Rosáceas. Tiene forma redondeada o cónica, de entre 15 y 20 milímetros de diámetro en su base, con piel aterciopelada de color rojo o amarillento según las variedades, cubierta de un fino vello. Están compuestos por numerosas drupas pequeñas y redondeadas, agrupadas apretadamente sobre un pequeño receptáculo cónico.

El frambueso es nativo de Europa y según parece tiene su origen en Grecia, donde fue encontrada en estado silvestre en el monte Ida (de ahí su nombre botánico). De Grecia pasó a Italia, a los Países Bajos, a Inglaterra y posteriromente a América del Norte. En España son zonas productoras Huelva, Asturias, Cáceres y la comarca del Maresme en Barcelona.

Las frambuesas contienen un porcentaje moderado de hidratos de carbono, mientras que su contenido en proteínas y lípidos, al igual que su valor energético es bastante escaso. Dentro de las frutas, la frambuesa destaca por su alto contenido en fibra (5%) fundamentalmente fibra insoluble.

Contiene igualmente cantidades importantes de niacina, vitamina C (aunque en menor proporción que en las fresas) y ácido fólico. También es apreciable su contenido en vitamina E.

Entre sus minerales, destacan el hierro, calcio, fósforo y magnesio, así como el bajo contenido en sodio. Las frambuesas, contienen también diversos ácidos orgánicos (ácido cítrico, cafeico, málico y salicílico).

En las frambuesas, cabe destacar, además, su alto contenido en compuestos fenólicos (monofenoles, polifenoles y flavonoides) entre los que se encuentran las antocianinas, cianidinas, elagitaninos, ácido elágico e hidroxicinamatos, que junto a las vitaminas C y E, confieren a este alimento una gran capacidad antioxidante. Concretamente, se ha demostrado que reducen la peroxidación lipídica (importante en la prevención de la enfermedad cardiovascular) y ejercen un efecto protector frente al cáncer (cavidad oral, esófago etc). Además parecen ejercer una acción antimicromiana, potenciadora del sistema inmune y reguladora de la presión arterial y la glucemia.

Su contenido en fibra y ácidos orgánicos hace que las frambuesas sean igualmente, un buen estimulante del peristaltismo intestinal, por lo que son eficaces en caso de estreñimiento.

Referencias bibliográficas

Casto BC, Kresty LA, Kraly CL, Pearl DK, Knobloch TJ, Schut HA, Stoner GD, Mallery SR, Weghorst CM (2002). Chemoprevention of oral cancer by black raspberries. Anticancer Res 22:4005-15.

Kahkonen MP, Hopia AI, Heinonen M (2001). Berry phenolics and their antioxidant activity. J Agric Food Chem. 49:4076-82.

Kalt W, Forney CF, Martin A, Prior RL (1999).Antioxidant capacity, vitamin C, phenolics, and anthocyanins after fresh storage of small fruits. J Agric Food Chem 1999 Nov;47(11):4638-44

King A, Young G (1999). Characteristics and occurrence of phenolic phytochemicals. J Am Diet Assoc 99:214.

Kresty LA, Morse MA, Morgan C, Carlton PS, Lu J, Gupta A, Blackwood M, Stoner GD (2001). Chemoprevention of esophageal tumorigenesis by dietary administration of lyophilized black raspberries. Cancer Res 61:6112-9.

Liu M, Li XQ, Weber C, Lee CY, Brown J, Liu RH (2002). Antioxidant and antiproliferative activities of raspberries. Agric Food Chem 50:2926-30

Mathew J (2000). Las frutas y las hortalizas son beneficiosas ¿Cuáles son las evidencias?. En: Fruit&Veg-info 2000. ¿Qué hay de nuevo en.propiedades saludables y nutritivas de frutas y hortalizas? Reus: Ediciones de Horticultura.

Mullen W, McGinn J, Lean ME, MacLean MR, Gardner P, Duthie GG, Yokota T, Crozier A (2002). Ellagitannins, flavonoids, and other phenolics in red raspberries and their contribution to antioxidant capacity and vasorelaxation properties. J Agric Food Chem 50:5191-6

Sun J, Chu YF, Wu X, Liu RH (2002). Antioxidant and antiproliferative activities of common fruits. J Agric Food Chem. 50:7449-54.

Torija ME, Camara MM (1999). Hortalizas, verduras y frutas. En: Hernandez M, Sastre A, eds. Tratado de Nutrición. Madrid: Díaz de santos. pp. 413-423.

Durazno

Fruto del albaricoquero (durazno), árbol de la familia de las Rosáceas, de forma redondeada, con la piel de color amarillo-anaranjado y matices rojizos. Su carne, jugosa y de sabor dulce, presenta una consistencia harinosa cuando el albaricoque está muy maduro.

Existen referencias de hace más de 2000 años que hacen mención de la presencia del albaricoque (durazno) en el norte de China. Como tantos productos, vino más tarde desde Oriente a Occidente y se sabe que en Roma empezó a cultivarse a mediados del siglo I a.de C. A España lo trajeron probablemente los árabes que le llamaban al-barcuq, de donde proviene su nombre actual. En el siglo XVIII fue llevado a Norteamérica, donde se aclimató en California y en los estados ribereños del Missisipi.

El albaricoque es una de las frutas más ricas en carotenos con actividad provitamínica A, sobre todo en beta-carotenos, aunque también contiene proporciones menores de otros como alfa y gamma carotenos y criptoxantina. El beta-caroteno, además de transformarse en vitamina A en nuestro organismo, se ha relacionado con la prevención frente al cáncer, enfermedades cardiovasculares, cataratas y degeneración macular senil.

También contiene pequeñas cantidades de flavonoides, entre los que se encuentra la quercetina (flavona), sustancia bioactiva a la que se le ha atribuido actividad antioxidante y antitrombótica (inhibe la formación de trombos), por lo que podría jugar un papel importante en la prevención de la enfermedad cardiovascular. Además algunos estudios han indicado que la quercetina inhibe el crecimiento de algunos tumores.

El albaricoque presenta en su composición ácidos orgánicos como el ácido málico y el cítrico (capaz de potenciar la acción de la vitamina C, favorecer la absorción intestinal del calcio, y facilitar la eliminación de residuos tóxicos del organismo, como el ácido úrico), aunque hay que destacar que la maduración hace que disminuya la cantidad de estos ácidos.


Referencias bibliográficas

Lamson DW, Brignall MS (2000). Antioxidants and cancer, part 3: quercetin. Altern. Med. Rev. 5 (3): 196-208.

Pamplona JD (1999). Encicopledia de los alimentos y su poder curativo. Biblioteca educación y salud. Editorial Safeliz. 1ª Edición.

Chirimoya


Fruto del chirimoyo, árbol de la familia de las Anonáceas. El fruto tiene forma de corazón y se encuentra recubierto de una piel de color verde, en la que se dibujan unas escamas que recuerdan a las de un reptil. La pulpa alberga numerosas semillas negras que se desprenden con facilidad.

Es un producto típicamente andino. Su mismo nombre deriva de la palabra quechua chirimuya. Aunque es un fruto tropical, se cría en lugares elevados. Por eso los indígenas del altiplano andino dicen que aunque la chirimoya no soporta la nieve, le gusta verla de lejos.

En comparación con otras frutas, la chirimoya contiene una gran cantidad de carbohidratos (20% de su peso), fundamentalmente azúcares simples como la fructosa y glucosa (en torno al 11%) y sacarosa (alrededor de un 9%), por lo que tiene un mayor valor calórico.

De la pulpa de esta fruta tropical se han extraído numerosos compuestos volátiles, responsables de su agradable aroma, siendo los mayoritarios los ácidos hexanoico y octanoico (1 mg/kg).

Las acetogeninas, son compuestos bioactivos presentes tanto en las raíces como en las semillas de la chirimoya a los cuales se les han atribuido propiedades citotóxicas y antiparasitarias. Algunos estudios han sugerido que ciertas acetogeninas (anosenegalina, anogalene, anonacina, rolliniastatina -1...), podrían utilizarse en un futuro en una nueva generación de medicamentos antitumorales para luchar contra los tumores resistentes a la quimioterapia.

En el extracto metanólico de hojas y tallos de las chirimoyas se han aislado alcaloides como la anocherina A, anocherina B, cherianoina y romucosina, algunos de los cuales son capaces de inhibir el ácido aráquidónico, disminuyendo la agregación plaquetaria.

Referencias bibliográficas

Chen CY, Chang FR, Pan WB, Wu YC (2001). Four alkaloids from Annonna cherimola. Phytochemistry. 56(7): 753-757.

Gallardo T, Zafra-Polo MC, Tormo JR, González MC, Franck X, Estornell E (2000). Semisynthesis of antitumoral acetogenins: SAR functionalized all Caín-bis tetrahydrofuranic acetogenins, specific inhibitors of mitochondrial complex I. J. Med. Chem. 43(25): 4793.

Idstein H, Bauer C, Schreier P (1985). Volatile acids in tropical fruits: cherimoya (Annona cherimola Mill.), guava (psidium guajava, L.), mango (Mangifera indica L., var. Alphonso, papaya (Carica papaya, L.). Z. Lebensm. Unters. Forsch. 180(5):394-397.

López-Lázaro M, Martín-Cordero C, Bermejo A, Cortes D, Ayuso MJ (2001). Cytotoxic compounds from Annonaceus species as DNA topoisomers poisons. Anticancer. Res. 21(5):3493-3497.

Sahpaz S, González MC, Hocquemiller R, Zafra-Polo MC, Cortes D (1996). Annosenegalin and annogalene: two cytotoxic mono-tetrahydrofuran acetogenins from Annona senegalensis and Annona cherimolia. Phytochesmistry. 42(1): 103-107.

Ciruela


Fruto del ciruelo, árbol de la familia de las Rosáceas que alcanza hasta 5 m de altura. Se trata de una drupa de forma redondeada u oval, de hasta 7 cm de diámtero, con un hueso leñoso que contiene una semilla no comestible en su interior.

No existe unanimidad en cuanto a su origen, aunque la mayoría de autores afirman que procede del Cáucaso, Anatolia y Persia desde donde fue introducida en Italia (149 a.C.), extendiéndose pronto por toda Europa. Fue conocida desde muy antiguo. Los etruscos cultivaron en su época el ciruelo silvestre, del mismo modo que se hizo en Egipto. Los romanos que ya conocían diversos tipos de ciruelas, aumentaron la variedad y mejoraron su calidad mediante injertos.

En la actualidad, existen más de 200 variedades, pero la reina de las ciruelas, por su sabor y calidad, es la variedad llamada ´claudia´ en honor a la reina Claudia, primera esposa del rey Francisco I de Francia.

Las ciruelas se pueden clasificar en función de su color en ciruelas amarillas (de sabor ácido y abundante jugo), ciruelas rojas (muy jugosas y de sabor más dulce que las anteriores), ciruelas negras y ciruelas verdes (Claudias, de carne firme y jugosa y gran dulzor).

La ciruela es un alimento recomendable en casos de estreñimiento, ya que tiene efecto laxante suave. Este efecto es debido a la combinación en su composición de fibra soluble, compuesta mayoritariamente por pectina (que absorbe agua en el intestino aumentando el volumen de las heces y favoreciendo la evacuación), e insoluble, pero sobre todo a su alto contenido en sorbitol y en compuestos derivados de la hidroxifenilixantina, sustancia que estimula suavemente los movimientos peristálticos del intestino (mediante la estimulación de la musculatura lisa del colon), facilitando el tránsito intestinal.

Las ciruelas, aportan además, ácidos hidroxicinámicos, entre los que destacan los ácidos cafeico y p-cumárico, y en menor cantidad, ácido ferúlico. También se han aislado en las ciruelas isómeros del ácido clorogénico como el ácido neoclorogénico y el ácido criptoclorogénico. Estos compuestos han demostrado ser efectivos agentes antioxidantes, siendo capaces de ´secuestrar´ los radicales del anion superóxido (altamente dañinos para las células) y de proteger frente a la oxidación a las LDL-Colesterol, por lo que podrían ejercer un papel importante en la prevención de la enfermedad cardiovascular y del cáncer.

Las ciruelas rojas contienen además antocianinas (que se localizan en la piel y son responsables de color), compuestos con actividad igualmente antioxidante, que pueden ayudar a disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular.

La adición a la dieta de mujeres postmenopausicas de ciruelas secas se ha relacionado con una mejor densidad ósea (posiblemente por su alto contenido tanto en fitoquímicos como en boro (mineral importante en la salud ósea), por lo que se está investigando su posible efecto protector frente a la osteoporosis.

Referencias bibliiográficas

Kayano S, Kikuzaki H, Fututsuka N, Mitani T, Nakatani N (2002). Antioxidant activity of prune (prunus domestica L.) constituents and new synergist. J. Agric. Food. Chem. 50(13):3708-3712.

Morton LW, Croft KD, Puddey IB, Byrne L (2000). Phenolic acids protect low density lipoproteins from peroxynitrite-mediated modifications in vitro. Redox. Rep. 5(2-3):124-125.

Nakatani N, Kayano S, Kikuzaki H, Sumino K, Katagiri K, Mitani T (2000). Identification, quantitative determination, and antioxidative activity of chlorogenic acid isomers in prune (Prunus domestica L.). J.Agric. Food. Chem. 48(11):5512-5516.

Proteggente AR, Pannala AS, Paganga G, Van Buren L, Wagner E, Wiseman S, De Put F, Dacombe C, Rice-Evans CA (2002). The antioxidant activity of regularly consumed fruit and vegetables reflects their phenolic and vitamin C composition. Free. Radic. Res. 36(2):217-233.

Cereza

Fruto del cerezo, árbol de la familia de las Rosáceas que alcanza hasta 20 m de altura. El fruto es una drupa de unos 2 cm de diámetro cuyo color oscila desde el rojo claro hasta el morado oscuro.

El general romano Cúpulo, conocido por su amor por la refinada gastronomía, fue el responsable de popularizar el consumo de la cereza en Europa hace dos mil años, aunque el origen de esta fruta se sitúa en la Antigua Mesopotamia. Los cronistas romanos y de manera especial Plinio aseguran que, a pesar de que en el Imperio se conocían algunas variedades silvestres de esta fruta, fue a partir de la guerra contra Mitrídates, rey del Ponto, en Asia Menor, cuando se inició su cultivo.

Su origen etimológico es controvertido, aunque una de las teorías con más peso asegura que los griegos llamaban a esta fruta ´kerasos´. Más tarde los romanos asimilaron este término y lo hicieron propio llamando a esta fruta ´cerasus´, de donde derivaría a la actual ´cereza´.


Las cerezas contienen una cantidad moderada de hidratos de carbono (13.5%), (principalmente azúcares simples como fructosa, glucosa y sacarosa) y pequeñas cantidades de fibra. Aportan también pequeñas proporciones de diversas vitaminas (A, E, B1, B2, B6, niacina, folatos, vitamina C...) y de numerosos minerales y oligoelementos (calcio, hierro, fósforo, magnesio, zinc, selenio...).

En su composición cabe destacar la presencia de compuestos bioactivos como las antocianinas (localizadas en la porción carnosa de la fruta), sustancias con capacidad antioxidante y con actividad inhibitoria de la ciclooxigenasa II, por lo que se consideran compuestos protectores de los vasos sanguíneos.

El extracto acetónico obtenido a partir de los pedúnculos de las cerezas (conocido como novicardina), ha demostrado una acción cardiotónica en estudios realizados ´in vitro´, aumentando la fuerza contráctil del miocardio en un 20-25%, sin modificar el resto de las parámetros electrofisiológicos. Estos efectos se han atribuido a la presencia de flavanonas, flavonas e isoflavonas en dicho extracto.

Las cerezas también aportan monoterpenos, concretamente, alcohol perílico, compuesto con actividad antitumoral. Numerosos estudios experimentales han indicado que dicho compuesto es capaz de prevenir el desarrollo de algunos tipos de cáncer como el de páncreas, mama, próstata, pulmones, hígado y piel. Además, también presenta propiedades antioxidantes, protegiendo a los lípidos, a la sangre y a otros fluidos corporales contra el ataque de los radicales libres, moléculas implicadas en el envejecimiento y en el desarrollo de diversas enfermedades crónico/degenerativas (cardiovasculares, cáncer, osteoporosis, etc.).

Referencias bibliográficas

Crowell PL, Siar Ayoubi A, Burke YD (1996). Antitumorigenic effects of limonene and perillyl alcohol against pancreatic and breast cancer. Avd. Exp. Med. Biol. 401:131-136.

Peris JB, Stübing G, Vanaclocha B (1995). Fitoterapia aplicada. Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia.

Repasi J, Frank L (1992). Analytic and biological standardization of Prunus avium extracts. Acta. Pharm. Hung. 62(4):172-181.

Seeram NP, Momin RA, Nair MG, Bourquin LD (2001). Cyclooxygenase inhibitory and antioxidant cyanidin glycosides in cherries and berries. Phytomedicine. 8(5):362-369.

viernes, 21 de enero de 2011

Caqui

Fruta tropical de la familia de las Ebenáceas. Tiene la piel lisa y brillante, de color amarillo, anaranjado o rojo intenso. La pulpa del fruto inmaduro es dura, de sabor áspero y muy astringente, aunque al madurar adquiere una textura fina y un sabor muy dulce, Cuando está maduro se asemeja al tomate por su aspecto y tamaño. Hay tres variedades: chino que es la variedad más cultivada, japonés, y americano.

El caqui es originario de China, Japón, otros países del este de Asia y de Estados Unidos. Desde China llegó a Japón en el siglo VIII, y desde allí se extendió al resto del mundo. Los primeros caquis conocidos en Europa fueron los caquis americanos, descubiertos por los colonos españoles que llegaron a América. El caqui contiene una proporción importante de hidratos de carbono (16%), fundamentalmente fructosa y glucosa. También contiene pectina y mucilagos (fibra soluble) responsables de la consistencia de la pulpa del caqui, y una cantidad considerable de fibra insoluble. La pectina y los mucílagos retienen agua, aumentando el volumen de las heces y facilitando el tránsito intestinal. Además, disminuyen los niveles de colesterol sanguíneo, al retener el colesterol que se encuentra en el tracto digestivo. En cuanto al contenido vitamínico, el caqui es una excepcional fuente de provitamina A (sustancias que una vez en el organismo se transforman en vitamina A), concretamente de beta-caroteno (responsable de la coloración de los frutos). Teniendo en cuenta que 100 g de caqui aportan el 30% de las necesidades diarias de vitamina A, con un solo caqui de tamaño medio (250 g) se cubrirían el 75% de las ingestas recomendadas de la vitamina. Además, los carotenoides ejercen una acción antioxidante, por lo que evitan el envejecimiento celular, previenen la arteriosclerosis y actúan como preventivos frente al cáncer. También aporta cantidades importantes de vitamina C, concretamente, un caqui de tamaño medio aporta el 65% de la cantidad diaria recomendada de la vitamina. La vitamina C está implicada en la producción del colágeno, el cual es necesario para el crecimiento y reparación de células, tejidos, encías, vasos sanguíneos y huesos. Además, tiene la propiedad de mejorar la cicatrización y mejorar la función del sistema inmunitario fortaleciendo las defensas generales del organismo. Su capacidad antioxidante ayuda a neutralizar sustancias cancerígenas como las nitrosaminas, por lo que parece ejercer un papel importante en la protección frente al cáncer, pero también en la protección frente a otras enfermedades crónicas como enfermedad cardiovascular, cataratas o enfermedades neurodegenerativas. Entre los minerales contiene potasio, hierro, magnesio y también calcio, fósforo y sodio, aunque en pequeña cantidad. El caqui sin madurar tiene propiedades astringentes, las cuales se deben a su contenido en compuestos fenólicos, concretamente en taninos, que varía a lo largo de la maduración del fruto. Cuando el caqui no está maduro es astringente por ser máximo su contenido en taninos (utilizándose en caso de diarrea), una vez que ha madurado se vuelve ligeramente laxante (el contenido de taninos ha disminuido). Además, los taninos son los responsables de la sensación áspera que se produce en el paladar. Estudios en animales de experimentación han mostrado el caqui mejora el perfil lipídico de ratas con altos niveles de colesterol, ejerciendo un efecto hipolipémico y antioxidante (ayudan a prevenir la ateriosclerosis), efectos atribuidos tanto a su contenido en fibra soluble, como a los carotenoides y polifenoles presentes en su composición.

Referencias bibliográficas Benavides Barajas L (1998). La conquista de los tropicales y otros frutos exóticos. Editorial Dulcinea. Daood HG, Biacs P, Czinkotai B, Hoschke A (1992). Chromatographic investigation of carotenoids, sugars and organic acids from Dyospyros kaki fruits. Food Chem 45:151-155. de Ancos B, Gonzalez E, Cano MP (2000). Effect of high-pressure treatment on the carotenoid composition and the radical scavenging activity of persimmon fruit purees. J Agric Food Chem 48:3542-8. Gorinstein S, Bartnikowska E, Kulasek G, Zemser M, Trakhtenberg S (1998). Dietary persimmon improves lipid metabolism in rats fed diets containing cholesterol. J Nutr 128:2023-7. Gorinstein S, Zachwieja Z, Folta M, Barton H, Piotrowicz J, Zemser M, Weisz M, Trakhtenberg S, Martin-Belloso O (2001). Comparative contents of dietary fiber, total phenolics, and minerals in persimmons and apples. J Agric Food Chem. 49:952-7. Lötschert W, Beese G (1983). Guia de las plantas tropicales. Ediciones Omega.

jueves, 20 de enero de 2011

Aguacate

Fruto del aguacate, árbol de hoja perenne de la familia de las Lauráceas.

Es originario de las regiones tropicales de Centroamérica. Los antiguos aztecas lo llamaban ahuacatl, que en el idioma autóctono mejicano quiere decir ´testículo´, ya que se le consideraba un fruto afrodisíaco capaz de despertar el deseo sexual.

El contenido de agua del aguacate es inferior al encontrado en la mayoría de las frutas, mientras que el aporte de lípidos es muy superior, lo que aumenta su valor calórico.

Las grasas que contiene son en su mayor parte insaturadas (monoinsaturadas), destacando en particular el elevado contenido en ácido oleico. Además, el aguacate es una de las frutas más ricas en fibra, tanto de tipo soluble como insoluble, siendo más abundante esta última.

En cuanto a su composición vitamínica, el aguacate, aporta cantidades destacables de vitamina E, a diferencia del resto de las frutas que apenas la contienen. La vitamina E es un potente antioxidante: neutraliza radicales libres, disminuye la oxidación lipídica y protege las membranas celulares, por lo que juega un papel importante en la prevención del envejecimiento, las enfermedades coronarias y el cáncer.

Además, su consumo también contribuye a cubrir las necesidades de otras vitaminas como la piridoxina (vitamina B6) y el ácido ascórbico (vitamina C) y de minerales como el hierro y el magnesio.

Diversos estudios han indicado que el consumo de aguacate reduce los niveles de colesterol total y de su fracción LDL-Colesterol (colesterol ´malo´), así como los triglicéridos en sangre, en personas con hipercolesterolemia, acción posiblemente debida a su composición en ácidos grasos y a su riqueza en fibra.

Algunos trabajos también han indicado que ciertos compuestos aislados del aguacate, denominados persenonas A y B, tienen propiedades antioxidantes y podrían inhibir la producción de radicales libres (implicados en el envejecimiento y la aparición de diversas enfermedades crónicas).

Por otro lado, la presencia de otras sustancias de carácter ácido en este alimento se ha asociado, en animales de experimentación, con una potente actividad inhibidora de daño hepático.

El aguacate también se ha utilizado en el tratamiento de algunas enfermedades de la piel como la psoriasis. De hecho, las cremas elaboradas a base de aceite de aguacate y vitamina B12, han demostrado buenos resultados en el tratamiento de tópico de esta enfermedad.

Además, la fracción insaponificable del aguacate, de la soja o la combinación de ambas en proporción 1:2, presenta un efecto protector del cartílago (condroprotector), preservando a éste de la destrucción, mediante una disminución en la liberación de los mediadores inflamatorios, pudiendo ejercer un papel protector en la osteoartritis.


Referencias bibliográficas

Khayyal MT, El-Ghazaly MA (1998). The posible ´chondroprotective´ effect of the unsaponificable constituens of avocado and soya in vivo. Drugs. Exp. Clin. Res. 24(1): 41-50.

Kim OK, Murakami A, Nakamura Y, Takeda N, Yoshizumi H, Ohi H (2000). Novel nitric oxide and superoxide generation inhibitors, persenona A and B, from avocado fruit. J. Agric. Food. Chem. 48(5): 1557-1563.

Kim OK, Murakami A, Takahashi D, Nakamura Y, Torikai K, Kin HW, Ohigashi H (2000). An avocado constituent, persenone A, suppresses expresión inducible forms of nitric oxide synthase and cyclooxygenase macrophages, and hydrogen peroxide generation in mouse. Biosci. Biotechnol. Biochem. 64(11): 2504-2507.

Stucker M, Memmel U, Hoffmann M, Hartung J, Altmeyer P (2001). Vitamin B12 cream containing avocado oil in the therapy of plaque psoriasis. Dermatology. 203(2): 1414-147.

Frutas de la A a la Z


  • Aguacate
  • Caqui
  • Cereza
  • Ciruela
  • Chirimoya
  • Durazno
  • Frambuesa
  • Fresa
  • Granada
  • Higo
  • Kiwi
  • Limón
  • Mandarina
  • Mango
  • Manzana
  • Melocotón
  • Melón
  • Naranja
  • Nectarina
  • Níspero
  • Papaya
  • Pera
  • Piña
  • Plátano
  • Sandía
  • Uva
Si conoces alguna otra fruta que no aparezca en esta lista, mandanos las información para complementarla.

miércoles, 19 de enero de 2011

¿Por qué consumir fruta?

...las frutas juegan un papel trascendental en el equilibrio de la dieta humana por sus cualidades nutritivas. Fruta es sinónimo de salud. Veamos el porqué: 1. Su alto contenido de agua facilita la eliminación de toxinas de nuestro organismo y nos ayuda a mantenernos bien hidratados... 2. Su aporte de fibra, ayuda a regular la función de nuestro intestino y a evitar o corregir el estreñimiento. La fibra tiene un gran interés dietético ya que, además, posee efectos beneficiosos tanto en la prevención como en el tratamiento de ciertas enfermedades (exceso de colesterol, diabetes, obesidad, cálculos en la vesícula biliar, hemorroides y venas varicosas, divertículos, cáncer de colon y úlcera). 3. Son fuente casi exclusiva de vitamina C. Los expertos en nutrición recomiendan tomar como mínimo tres piezas de fruta al día, procurando que una de ellas sea rica en vitamina C (cítricos, kiwi, melón, fresas, tropicales...). 4. Contiene antioxidantes que protegen frente a enfermedades relacionadas con la degeneración del sistema nervioso, enfermedades cardiovasculares e incluso el cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado en los últimos años los resultados de diversos estudios de investigación que ponen de manifiesto los efectos anticancerígenos de frutas y verduras, particularmente contra el cáncer del tracto gastrointestinal y contra el de pulmón. Según los estudios, uno de cada diez pacientes afectados por algún tipo de cáncer ha mantenido una insuficiente alimentación a base de frutas y verduras. Otras frutas muy saludables son los cítricos y algunas frutas tropicales ricas en vitamina C, beta-caroteno, vitamina E y otras sustancias con propiedades antioxidantes, que se utilizan contra enfermedades cardiovasculares, cataratas, cáncer de mama, ovarios o vejiga.

Conservación y Manipulación

...actualmente es posible disponer de la mayoría de las frutas en cualquier época del año. Aún así, es mejor adquirir en cada momento las frutas propias de esa estación. Así, en primavera y verano se pueden comprar en el mercado las más refrescantes y ricas en agua como la fresa, la sandía o el melón. En otoño, aparecen frutas más energéticas y ricas en azúcares como la uva, aumentando en invierno la oferta de frutas cítricas como las naranjas, ricas en vitamina C.

Conservación:
1. En las cajas o etiquetas debe figurar:

- Denominación del producto y variedad (ejemplo: manzana Golden)

- Origen (lugar de cultivo)

- Categoría: extra (rojo); 1ª categoría (verde); 2ª categoría (amarillo) y 3ª categoría (blanco). La categoría viene determinada, entre otros aspectos, por el tamaño, la uniformidad de las piezas, el porcentaje de imperfecciones, la rugosidad, los cambios en el color, etc.

- Denominación del producto y variedad (ejemplo: manzana Golden)

2. Elegir frutas bien coloreadas, sin golpes, magulladuras, manchas o partes blandas. Por tanto, para comprobar su estado es preferible adquirir aquellos ejemplares que estén a la vista y no empaquetados.

3. Cuando la fruta no vaya a consumirse de inmediato conviene comprarla ligeramente inmadura, para dejarla madurar en casa a temperatura ambiente. Sin embargo, la fruta madura deberá conservarse en lugares frescos o en la nevera y consumirse lo antes posible.


Manipulación:
1. Al llegar a casa, hay que liberar las frutas de cualquier bolsa o envoltorio de plástico para que puedan respirar.

2. Se aconseja manipularlas con cuidado a fin de no causar roturas que aceleran su descomposición.

3. Eliminar los ejemplares que estén deteriorados, por ejemplo, las frutas con inicios de putrefacción, para evitar que contagien al resto.

4. Hay que lavarlas muy bien bajo un chorro de agua limpia, sobre todo cuando se vayan a comer crudas y no se pelan.

5. Las más pequeñas y delicadas, como fresas, frambuesas, moras, etc., han de enjuagarse en un colador.

6. Antes de trocear y servir las frutas crudas que tengan piel resistente como los melones y las sandías (cuando sirva estas frutas en un plato compuesto), lávelas a conciencia con un cepillo destinado exclusivamente a ese uso y con abundante agua.

7. Lavarse bien las manos antes de tocar la fruta. Si se ha manipulado antes alimentos crudos, asegurémonos de que la superficie y los utensilios que se han utilizado y nuestras manos están perfectamente limpios antes de ponerlos en contacto con la fruta.

8. Cubrir cuidadosamente los recipientes que contengan fruta cortada. Guardar la macedonia de frutas o cualquier fruta cortada en el refrigerador hasta minutos antes de servirla.

9. ·Leer y seguir las indicaciones del envoltorio de las frutas envasadas, tales como "Consérvese en frío", "Consumir preferentemente antes de...", o "Caduca el...".